25 dándome cuenta además de que los soberanos de alrededor,
vecinos al reino, acechan las oportunidades y aguardan lo que pueda
suceder, he nombrado rey a mi hijo Antíoco, a quien muchas veces, al
recorrer las satrapías altas, os he confiado y recomendado a gran parte de
vosotros. A él le he escrito lo que sigue.
26 Por tanto os exhorto y ruego que acordándoos de los beneficios
recibidos en común y en particular, guardéis cada uno también con mi hijo
la benevolencia que tenéis hacia mí.
27 Pues estoy seguro de que él, realizando con moderación y
humanidad mis proyectos, se entenderá bien con vosotros.»